La laparoscopia ha cambiado la forma de hacer cirugía. Consiste en crear una cavidad virtual en el abdomen que permite realizar la intervención a través de incisiones mínimas (menores a un centímetro). De esta forma, conseguimos una serie de ventajas que, en el pasado, no las aportaba la cirugía abierta: recuperación temprana, menor infección de herida quirúrgica, menor dolor postoperatorio, menor estancia hospitalaria, incorporación precoz al trabajo, mejor resultado estético, menor índice de eventraciones…

En diciembre de 1989, E. Laporte (Barcelona) realizó la primera colecistectomía laparoscópica en España. Desde entonces ha existido un progresivo desarrollo de este tipo de cirugía, con la rápido difusión de la colecistectomía (intervención de la vesícula), y el avance en muchos centros a técnicas laparoscópicas más complejas (adrenalectomía, hernias de hiato,  colectomía, esplenectomía…).

Aquellas cirugías que requieren la realización de suturas y anastomosis por vía laparoscópica (como ocurre en la cirugía de la obesidad o algunas intervenciones colónicas) se consideran técnicas de cirugía laparoscópica avanzada y requieren un Equipo Quirúrgico experimentado.